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Fabada asturiana vegana


vegano

Raciones

6

Preparación

15 minutos

Tiempo total

45 - 75+ minutos

Nacimos y crecimos en Asturias, así que nuestra primera receta tenía que ser una fabada. Dicho plato contiene la personalidad de nuestra tierrina: de clase trabajadora, humilde pero fuerte. Ahora vivimos bastante lejos y, como somos un par de ratones de biblioteca que trabajan desde casa y no en una mina, no podemos consumir cantidades ingentes de grasa sin que nos dé un pampurrio. Además, por razones éticas intentamos comer el mínimo posible de productos de origen animal, pero confesamos que cuando volvemos a casa de visita, nuestras madres nos cocinan fabada con todo su amor, y la comemos a regañadientes con una pizca de culpa y un buen puñado de compango.

Nuestra modesta versión veganizada inspirada en la increíble fabada vegana de Casa Chema conserva el saborcillo pimentonado del chorizo de la receta original, y no te dejará fuera de combate durante horas. Tiene la ventaja añadida de que la podemos compartir con aquellas de nuestras amistades que no coman cerdo o ningún producto de origen animal. O eso haríamos si no fuéramos asociales.

Podríamos ponernos repipis con el tipo de faba (judía, alubia o como se diga por tus lares) y su preparación, pero nos da igual. Va a estar rica. Recomendamos encarecidamente que uses pimentón de la Vera para esta receta y no otro pimentón, pero eres libre de elegir cualquier tipo: pimentón de la Vera dulce o pimentón de la Vera picante.

Ingredientes

  • 500 g de fabes secas o dos tarros de 400 g (peso escurrido) de alubias blancas precocinadas
  • 2 cebollas
  • 1 pimiento naranja
  • 500 g de calabaza en dados (fresca o congelada)
  • 4 dientes de ajo o tantos como puedas picar antes de hartarte
  • 1 cucharada de pimentón de la Vera (de la Vera o no sabrá igual, haznos caso)
  • 4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen

Pasos

  1. Si vas a usar legumbres secas, déjalas a remojo en abundante agua fría la noche anterior. El día de la preparación, cuela el agua que quede y resérvalas.

  2. Pica el ajo y las cebollas. Calienta la mitad del aceite (dos cucharadas) a fuego medio en la olla más grande que tengas en casa, fríe la mitad del ajo hasta que se dore y, después, añade la cebolla. Por lo que hemos visto, la mayoría de la gente añade el ajo con la cebolla o después de ella, pero para nosotros eso es pecado. A nosotros nos gusta que el ajo quede crujiente y sabroso, tú hazlo a tu gusto. Remueve de vez en cuando hasta que la cebolla esté transparente.

  3. Corta el pimiento en trozos pequeños, échalo a la olla y remueve. Luego, añade la calabaza en dados y remueve de nuevo.

  4. En una sartén pequeña, calienta la otra mitad del aceite a fuego medio y fríe en ella la otra mitad del ajo hasta que se dore. Cuando esté listo, añade el pimentón, remuévelo para que se junte con el aceite y retira la sartén del fuego a los pocos segundos para que no se queme. Vuélcalo en la olla con la verdura. Quizá te preguntes por qué no lo cocinamos todo en la olla y ya está. No sabemos por qué pero así sabe mucho mejor. Lo llamamos magia, pero igual deberíamos llamar a alguien que sepa de cocina.

  5. Mezcla las verduras con el rico aceite al ajo y pimentón añade las legumbres y remueve para que los ingredientes se impregnen de los sabores. Si usas legumbres crudas, añade agua caliente hasta que los cubra por completo y sigue echando toda la que puedas sin que se desborde cuando hierva. Esto lo decimos porque se tendrán que cocer durante mucho rato y siempre cubiertas de agua para que se hagan bien, así que te ahorrará dar varios viajes para añadir más agua y volver a hacer que hierva. Si usas legumbres precocinadas o de tarro, vale con que el agua cubra los demás ingredientes. Sube el fuego hasta que el agua rompa a hervir y vuelve a bajarlo a fuego medio.

  6. Cuécelo por lo menos una hora o hasta que la calabaza se deshaga, el caldo se espese y las legumbres estén tiernas. Ten en cuenta que se espesará más aún cuando repose. Sálalo al gusto y sírvelo caliente. Que te aproveche la no indigestión.